Hoy, 25 de noviembre, alzamos la voz desde Acufade para denunciar las múltiples violencias que enfrentamos las mujeres en el marco del patriarcado estructural. Este sistema no solo explota a las mujeres cuidadoras, sino que también perpetúa formas específicas de violencia hacia las mujeres cuidadas, desatendiendo sus necesidades y derechos. Nosotras, quienes cuidamos y quienes somos cuidadas, exigimos que el cuidado se reconozca como un eje central de la vida y la justicia social, y manifestamos  que:

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

Las mujeres cuidadoras cargamos con las consecuencias de una violencia estructural económica que nos empuja a la precariedad.Por asumir responsabilidades de cuidado, vemos limitada nuestra participación en el mercado laboral, enfrentamos una brecha salarial y de cotización que compromete nuestro presente y niega nuestro acceso a una vejez digna.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

El desgaste físico que implica mover, bañar y acompañar a personas con movilidad reducida genera dolencias crónicas y problemas musculoesqueléticos. Nuestro cuerpo es nuestro principal instrumento de cuidado, pero su deterioro es ignorado y nunca compensado de manera justa por el sistema sanitario.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:


El estrés y la ansiedad que produce estar permanentemente pendiente de otra vida nos llevan a un profundo agotamiento emocional. Sin apoyo social ni institucional, muchas cuidadoras enfrentamos problemas graves de salud mental que son invisibilizados por una sociedad que nos despoja de redes y cuidados hacia nosotras mismas.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:ç

Las cuidadoras vivimos en un aislamiento social impuesto por la sobrecarga de responsabilidades. El tiempo dedicado al cuidado nos aleja de nuestras redes de apoyo y nos priva del derecho al autocuidado y a mantener relaciones sociales, perpetuando un sentimiento de soledad que es una violencia más.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

El trabajo de cuidado sigue siendo invisibilizado y desvalorizado. Este rol, impuesto por los mandatos de género, niega el acceso a recursos, apoyo institucional y políticas públicas adecuadas. El cuidado es un trabajo esencial que debe ser reconocido como tal para erradicar las desigualdades que enfrentamos.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

Las cuidadoras familiares asumimos una doble carga de trabajo: las tareas domésticas y el cuidado de personas dependientes. Este esfuerzo descomunal nos condena a un agotamiento extremo y nos priva del tiempo necesario para descansar y recuperar nuestras fuerzas.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

El sistema actual no garantiza recursos ni apoyos suficientes para aliviar nuestra carga. La falta de servicios como ayuda a domicilio, centros de día y espacios de respiro familiar nos obliga a enfrentar esta responsabilidad en soledad, perpetuando una sobrecarga injusta.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

Las cuidadoras en territorios como Canarias enfrentamos violencias agravadas por la colonialidad y la desigualdad territorial. Necesitamos recursos económicos, apoyo psicológico y social, formación y el reconocimiento pleno de nuestro rol para que nuestras vidas no sean reducidas al sacrificio.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

Cuidar no debe ser sinónimo de explotación ni sacrificio. Es urgente colocar la sostenibilidad de la vida en el centro de nuestras prioridades sociales. No podemos seguir postergando la construcción de sistemas de cuidado justos, dignos y equitativos.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

Las mujeres cuidadas enfrentan violencias específicas atravesadas por  violencias machistas, el capacitismo y el edadismo. Son tratadas como cargas, negando su derecho a decidir y vivir con autonomía. Estas dinámicas perpetúan su exclusión social, económica y política, despojándose de su dignidad.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

El sistema actual desatiende las necesidades de las mujeres cuidadas, exponiéndose a negligencias, tratos deshumanizantes y una falta generalizada de recursos. Esto limita su acceso a servicios que respeten sus derechos y su bienestar integral, perpetuando formas de violencia institucional y social.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

Las mujeres migradas enfrentan una carga desproporcionada de cuidados, reforzada por el racismo y el clasismo estructurales. Muchas son empleadas en el sector de los cuidados en condiciones precarias, sin derechos laborales plenos y expuestas a jornadas interminables. Además, la externalización de estas labores a mujeres migradas perpetúa la desigualdad global, convirtiéndolas en pilares invisibles de un sistema que se sostiene a costa de su explotación.

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

Las mujeres migradas cuidadoras sufren violencias específicas derivadas de su situación migratoria. La irregularidad administrativa y la falta de protección legal las expone a abusos laborales, explotación económica y dependencia de empleadores o instituciones que no respetan sus derechos, así como a carecer de derechos cuando se encuentran en situaciones de dependencia. Esta vulnerabilidad también refuerza su invisibilidad y las condena al silencio, por temor a represalias o deportaciones.

Las muje

OTROS SISTEMAS DE CUIDADO SON NECESARIOS, PORQUE:

res migradas enfrentan múltiples formas de discriminación y racismo en el ámbito del cuidado. Su labor es desvalorizada, y frecuentemente son relegadas a los trabajos más precarios y mal remunerados. Esta situación perpetúa un sistema global de opresión que las utiliza como recursos desechables, negándoles una vida digna y acceso pleno a derechos básicos.

Desde Acufade, afirmamos que otros sistemas de cuidado no solo son posibles, sino urgentes. Exigimos que el cuidado se reconozca como un derecho fundamental y que se implementen políticas públicas que:

  • Redistribuyan la responsabilidad del cuidado de forma equitativa.
  • Garanticen servicios accesibles y de calidad para cuidadoras y cuidadas.
  • Reconozcan el trabajo de cuidado como esencial para la sostenibilidad de la vida.

Este 25 de noviembre, alzamos nuestra voz por las mujeres cuidadoras y cuidadas, reclamando patriarcales y violencias machistas.

Por un futuro en el que cuidar y ser cuidadas sea un derecho efectivo, no una carga impuesta. Por nosotras, por todas.

 

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